Das Humankapital se encuentra con el filosofo Victor Samuel Rivera 1/3


Victor Sameul Rivera es Doctor en Filosofía (por la Universidad NacionalMayor de San Marcos) y Magíster en Historia de la Filosofía. Licenciadoen Filosofía y Bachiller en Humanidades por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Profesor de filosofía en la Universidad Nacional Federico Villarreal, así como en la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima Ha trabajado sobre temas de posmodernidad, hermenéutica política, filosofía moderna, historia conceptual, historia del pensamiento político peruano, tanto en Europa como en Latinoamérica. Heredero de la hermenéutica nihilista de Gianni Vattimo, que ha integrado con elementos de teología política. Es coeditor de Cosmopolitas y soberanistas (Lima 2000), Ontología del declinar (Buenos Aires, 2009) y comentarista-autor en el colectivo El compromiso del Espíritu actual. Con Gianni Vattimo en Turín, que dirige Teresa Oñate (Cuenca, 2010). Ha colaborado en el Diccionario Iberconceptos (Madrid), publicado en Socialismo y Participación (Lima), Estudios Filosóficos (Valladolid), Éndoxa (Madrid), Analogía Filosófica (México), Araucaria (Sevilla), Estudios (Medellín, Colombia), La Rivista (Società Italiana di Filosofia Politica, Italia), entre otras muchas revistas especializadas de diversos países. Está registrado en los Archives Descartes por su contribución a los estudios cartesianos. El prof. Rivera es miembro dela Sociedad Peruana de Filosofía desde 1992.

Davide de Palma: Profesor, Ollanta Humala ha nombrado como primer ministro a Salomón Lerner Ghittis; anunció que el sociólogo Rafael Roncagliolo asumirá el cargo de Ministro de Relaciones Exteriores y ha designado ya también al resto del gabinete de ministros. ¿Ve usted alguna perspectiva de cambio político para el Perú con el nuevo gobierno de Ollanta Humala?

Víctor Samuel Rivera: Ante todo, voy a  hacer una advertencia. Son algunas precisiones relativas al formato y a las circunstancias sociales de la recepción de lo que yo pueda decir en el medio peruano. Ésta es una entrevista corta y no me es permitido, ni por la formulación de las preguntas que contiene, su número o el espacio disponible, dar charlas muy minuciosas. Es inevitable una cierta simplificación. Trataré que de ésta no salgan muchos malentendidos. De otro lado, es mi costumbre tratar de eludir las preguntas políticas. En el Perú el ambiente de la cultura filosófica es muy reducido y la sociedad es extremadamente excluyente. Quienes no se acomodan con el lenguaje hegemónico liberal son objeto de una severa (aunque velada) persecución profesional. En mi caso esta presión es aún mayor. Eso se debe a mi cercanía con Gianni Vattimo, tanto en términos de amistad como por la deuda académica que tengo con él. La hermenéutica, pero más aún la versión de ella que ha desarrollado Vattimo, no recibe gran acogida en el Perú y para el público medio educado Vattimo tiene más importancia por su activismo gay que por sus libros sobre posmodernidad y nihilismo. Vattimo es leído de una manera extraordinariamente grosera. Esto es: importa más su persona que su pensamiento filosófico. En este espacio corto, la advertencia está resultando ya bastante grande.

Ollanta Humala fue el cambio. El cambio de 2006. Hoy, en 2011, significa la continuidad, la continuidad de un régimen político excluyente que es la República Peruana. “Ser” y “significar” deben ser tomados como expresiones alternas. Algo es, pero puede o no significar. El triunfo de Humala significa hoy el triunfo del último extremo de un mismo, es también anuncio de un otro: todo fin que no es la muerte efectiva, es fundación, inicio y don de otra cosa que viene hacia el fin del presente. Por eso no importa lo que es su gabinete actual;  importa lo que anuncia. Lo que es continúa con la retención del aparato del Estado por una red social bien definida que emplea el Estado para su propia agenda de enriquecimiento. Es la misma red que ha gobernado el país en la última década. Eso no significa que cada uno de los miembros del gabinete sea un egoísta o que ninguno tenga una perspectiva del Perú o buenas intenciones. Emito aquí un juicio metafísico-político, hago una apreciación metapolítica o bien de hermenéutica política; no hago ni pretendo hacer (como suelen los liberales y los publicistas) un juicio personal. Es fundamental deslindar lo que escribo del lenguaje de un analista político o un publicista. Aparte de eso, no descarto que lo anunciado pueda ser llevado a la realidad, convertido en una institución, por el propio Humala.

Davide de Palma: Profesor, ¿cree usted que la situación de sufrimiento en las zonas rurales ha influido en la elección de presidente?

Víctor Samuel Rivera: Ollanta Humala se presentó como candidato a Presidente en 2006. Era el cambio mismo puesto en obra. Entonces estaba asociado a un movimiento político y social andino que se autodenomina “etnocacerismo” y que lideraba Antauro Humala, su hermano. Este movimiento sintetizaba y sintetiza aún de alguna manera las aspiraciones de los pueblos del interior del país, que han estado excluidos del sistema político, al menos desde el inicio dela República [1821-1826]. Lima está enla Costa; es la capital española de la región española del Perú.La Sierra, el resto del país, que es también la fuente básica de la riqueza del Perú a través de la minería, concentra también la mayor pobreza y abandono. Es un hecho histórico que hay dos perúes, uno liberal, blanco, de gente “de izquierda” frívola, llena de privilegios y ventajas, y que, productivamente hablando, genera lo menos; el otro Perú es andino, de gente religiosa, con profundos valores telúricos, pero vacía en cambio de los beneficios de la riqueza y la tecnología. Ollanta representaba la emergencia de este segundo Perú, que en gran medida es el verdadero.

El Ollanta actual ha alcanzado el poder con un pacto con los sectores de los “señores” de Lima; es un costeño y no veo por ahora nada en él que me recuerde el etnocacerismo del que salió originalmente. Eso que llama usted “sufrimiento de las zonas rurales” es en realidad una insurgencia ontológica dela Sierra, que brota (sale dela Tierracomo un fruto) y se hace Ande. Es el surgir desdela Tierrade una voz que truena. En el terremoto los andinos ven la presencia del Dios. Lo ven, pues, como Aquél que mueve y a quien, porque es el fondo que mueve, claman por quietud. Es una voz que clama desde el movimiento y hacia él, por lo que es venerado. Los andinos, cuando fueron cristianizados, asociaron el rayo y el trueno con la presencia relampagueante de Dios, y al Ande,la Tierraarrugada y ambiciosa, la veneran ahora con las formas simbólicas de las vírgenes españolas. Las principales procesiones de todo el Perú están ligadas ala Tierray al trueno del movimiento, que es movimiento dela Tierra: son la presencia dela Tierra. Truenoy Tierra. Si Ollanta no oye esa voz a la vez andina y religiosa, que permanece aún excluida, no reconoce los votos que le han dado el cargo que ocupa.

Debo aclarar que no suscribo ni avalo diversos errores del etnocacerismo que no viene al caso citar ahora. Otra vez, hablo en términos que podemos llamar “metapolíticos” o bien de hermenéutica política, no en términos periodísticos o como “analista”.

Davide de Palma: ¿Cuál es la situación social y económica de Perú actual?

Víctor Samuel Rivera: En términos macroeconómicos, los especialistas sostienen que la situación del Perú es muy buena. Por lo general, la imagen pública de esta situación se enmarca con dos factores; el primero es un aumento sin precedentes del gasto común en servicios y un boom inmobiliario; el segundo es el aumento neto de las exportaciones peruanas, un éxito económico que se atribuye a políticas de arreglos comerciales bilaterales que se han ido teniendo en estos años con diversos países. Pero la situación del Perú no puede ser tan buena como se ve en los periódicos. No puede serlo. La Defensoría del Pueblo del Perú ofrece al público, por vía virtual, estadísticas de conflictos sociales, que se pueden estudiar y comparar año tras año. No es casual que estos conflictos se concentren en las zonas del Perú del trueno y la Tierra, el Perú del Señor de los Temblores, la imagen religiosa emblemática del Cuzco, antigua capital imperial de los Incas. Es más: los conflictos que llevan consigo muertes y movilizaciones de gran envergadura en la Sierra coincide con el “boom” económico. Cuando dos narraciones son paralelas en el tiempo es razonable sospechar una relación causal entre ellas, entendiendo por “causal” que la una tiene sentido o “hace sentido” con la otra. El Perú blanco y liberal crece; el otro se llena de conflicto y violencia. Ése es para mí el gran indicador y las estadísticas no me dicen nada que ayude a comprender esta situación manifiesta.

Davide de Palma: Profesor, le pregunto sobre “el Baguazo”, una tragedia que ocurrió el 5 de junio de 2009. Hubo un alzamiento indígena en la selva amazónica y entiendo que están luchando para defender sus territorios. Usted escribió sobre el tema.

Víctor Samuel Rivera: Considero que la más confiable que disponemos de una narración del Baguazo la hizola Defensoría del Pueblo del Perú, que debe buscarse en Internet. Enla Universidad Nacional de San Marcos (Lima) se me solicitó en 2009 un parecer desde el punto de vista de mi posición filosófica de hermenéutica política. De allí surgió un primer texto que se halla en línea en el portal dela Biblioteca Virtual de Pensamiento Político Hispánico Saavedra Fajardo, en la sección “Tribuna”. Tengo prevista una publicación académica más grande. El origen sociológico del tema es una disputa sobre la propiedad del suelo dela Selva del Amazonas; un tercio del territorio del Perú está constituido por estas tierras, ricas en maderas finas, fauna y petróleo. En teoría, el Estado dela República peruana puede disponer de esos territorios, que en gran medida pasaron ala República desde el Imperio de los Incas y el régimen de la monarquía Habsburgo. En la realidad, el Estado Peruano actual tiene soberanía sobre inmensos territorios que no fueron jamás objeto de conquista militar y no hay título genuino sobre ellos. Esto se agrava porque muchos pueblos que son sus ocupantes son nómades. Hay detrás un problema objetivo de reconocimiento jurídico del otro.La República ha sido un régimen especialmente sañudo contra los derechos indígenas tomados como derechos de pueblos. El Estado se organiza con presupuestos individualistas y mercantiles y no reconoce más dignidad que la que se expresa en la metafísica vigente de los “derechos”. El conflicto de fondo no es –como pudiera uno imaginarse- un problema de intereses económicos, sobre tierras, usufructo de tierras o extracción de productos, sino una cuestión metafísica sobre si los pueblos selváticos, pero también andinos y de otras etnias, tienen derecho al reconocimiento de manera paralela al Estado formal laico y liberal.

(la entrevista se divide en tres artículos: Primero, segundo, tercero)

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  1. Adele ha detto:

    Very good Dav 😉 complimentissimi per l’intervista!!!

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